Zapatos de suela blanda: desde la perspectiva de un fisioterapeuta
El pie de un bebé se ve completamente diferente al de un adulto. Consiste en varios huesos que se fusionan posteriormente. Durante el desarrollo del pie, los músculos se fortalecen gradualmente para adaptarse a los cambios en los huesos y las articulaciones. A lo largo del desarrollo de un niño, se encuentran varios hitos: gatear, trepar, estar de pie y caminar. Estos hitos generalmente se asocian con la edad, sirviendo como pautas en lugar de reglas estrictas. El desarrollo de cada niño progresa a su propio ritmo. Sin embargo, hay edades específicas en las que ciertos hitos del desarrollo motor se alcanzan idealmente. Se ha discutido ampliamente que el desarrollo motor retrasado puede plantear problemas. Sin embargo, el logro temprano también puede ser problemático. Estar de pie y caminar temprano, en particular, puede ser problemático. Los músculos de un bebé no están preparados para caminar a los 6-8 meses de edad. Si el bebé dobla continuamente las rodillas mientras está de pie, sus músculos no son lo suficientemente fuertes para estar de pie de forma independiente.
En raras ocasiones, un niño puede nacer con deformidades en el pie. En estos casos, el tratamiento se realiza con la asistencia de un ortopedista y un fisioterapeuta. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el pie del bebé está sano. El arco del pie se desarrolla alrededor de los 2 años, cuando el niño puede caminar con estabilidad. El desarrollo del arco requiere un trabajo muscular activo, que se logra mediante el movimiento continuo del pie.
Los músculos del pie funcionan mejor en terrenos irregulares o al caminar descalzo. Claro que no siempre es posible caminar descalzo, especialmente en todas las estaciones. Por lo tanto, los zapatos de suela blanda (descalzos), las sandalias o las botas son buenas alternativas. Este tipo de calzado se adapta al movimiento del pie del niño y le proporciona protección contra la exposición y las lesiones.
A la mayoría de los niños se les diagnostica pie plano. Esto suele detectarse durante los exámenes escolares. Sin embargo, no es recomendable diagnosticarlo hasta los 6 o 7 años, ya que el pie experimenta cambios significativos durante este período. Además, el pie se regenera y adapta rápidamente sus músculos. Si un médico ortopedista diagnostica pie plano, el tratamiento generalmente no comienza con plantillas ortopédicas. Fortalecer los músculos del pie, realizar actividad física regularmente y encontrar el calzado adecuado son los primeros pasos. Pero ¿qué constituye el calzado adecuado? Debe tener una suela blanda, una puntera ancha y un talón con un ligero soporte. Creo que aquí se debe hacer hincapié en la prevención.
¿Cómo podemos prevenir el pie plano (y otras deformidades del pie)? Podemos empezar a prevenirlo desde muy temprano, y lo mejor es que no requiere mucho esfuerzo. Solo debemos favorecer el desarrollo motor fisiológico: evitar que el niño camine de forma independiente (dando de 4 a 5 pasos sin ayuda), debemos permitirle que camine descalzo o con zapatos de suela blanda en terrenos irregulares tanto como sea posible. Además, la actividad física regular y los ejercicios específicos para los músculos del pie pueden prevenir problemas. Muchas actividades lúdicas pueden fomentar el fortalecimiento de los pies. Por ejemplo, recoger frijoles con los pies y meterlos en un cubo, esculpir con los dedos o intentar arrugar un papel con el pie.
Para los pies planos desarrollados, es importante distinguir entre pie plano flexible y pie plano rígido. En el caso del pie plano flexible, se recomiendan ejercicios y el uso de calzado adecuado. En el caso del pie plano rígido, pueden ser necesarias plantillas ortopédicas o calzado especial. En casos excepcionales, puede ser necesario vendar el tobillo o colocar un yeso, pero esto es más común en adultos con pie plano completamente fijo. Finalmente, se puede considerar la intervención quirúrgica. Desafortunadamente, muchos adultos tienen problemas con el arco del pie. Por eso, la prevención es esencial. Hay etapas de la vida en las que es especialmente importante prestar atención al estado de nuestros pies o el de nuestros hijos. Por ejemplo, al comenzar la escuela, cuando los niños de repente pasan mucho tiempo sentados en un mismo lugar y tienen pocas oportunidades para actividades al aire libre. La siguiente etapa crítica es la pubertad, cuando los músculos del pie necesitan adaptarse a un crecimiento rápido. En la edad adulta, los trabajos de pie y el embarazo suelen influir en el estado del arco del pie. Aunque es más difícil fortalecer los músculos del pie en la edad adulta, vale la pena prestarles atención. En muchos casos, el dolor de cadera y espalda puede resolverse si los pies están en buen estado.
. ..Y por último, un estudio para motivar a caminar descalzo:
En 2018, se examinaron las habilidades motoras de niños y adolescentes de 6 a 18 años según si habían pasado la mayor parte de su infancia descalzos o con zapatos. Durante el estudio , tuvieron que realizar pruebas de equilibrio, saltos de longitud desde parado y carreras de 20 metros. Según los resultados, los niños descalzos obtuvieron mejores resultados en las pruebas de salto y equilibrio, especialmente en el grupo de 6 a 10 años.
Vanda Ábrahám
Fisioterapeuta